
Algo de esto es lo que está pasando aquí en nuestro país con el llamado diálogo social entre sindicatos y empresarios. Después de que el empresariado español ha ganado todo el dinero que les ha dado la gana cuando las vacas eran gordas, la especulación se desorbitaba y los precios no tenían cota, y más tarde han cogido todo lo que el estado ha puesto en circulación en cuantía de miles de millones públicos para que el mercado y las empresas no se hundieran en sus miserias, ahora quieren seguir teniendo beneficios a costa de que pierdan los trabajadores, los pensionistas y del ahorro de todos los españoles.
Esta posición no es la postura empresarial de nuestro país, sino la connivencia a la que nos tienen acostumbrados determinados sectores de la CEOE con la derecha política, y muy especialmente con el PP, de lo que hay notables ejemplos con los que certificarlo patentemente. Solo recordar cuando el indiscreto micrófono hizo que se escucharan las palabras del neoliberal Díaz-Ferrán, diciendo lo cojonuda que es la Espe y que la culpa de la crisis la tenían los años de Zapatero, o la demostrativa comida con Rajoy el mismo día que cambio totalmente las reglas para la negociación, después de casi un año iniciadas.
También está muy clara la afinidad con el PP en las reclamaciones que unos y otros hacen y las medidas que ellos quieren poner en práctica, como es el despido libre de los trabajadores o como mínimo mas barato, la bajada de las pensiones, aumento del déficit estatal y conseguir meter la mano en la caja de la S.S. –que gran botín-. Los populares no se atreven a decir públicamente que es lo que ellos harían si gobernasen, limitándose a declarar la necesidad de cambios estructurales. En cambio los empresarios lo sueltan en mitad de la negociación con sindicatos, y cuando salen de la reunión se desdicen -Toxo y Méndez han sugerido que Rajoy y Díaz-Ferrán son los que han boicoteado el pacto-. Otra connivencia entre –patronal y PP- para el fracaso de las negociaciones, es lo mal que le viene a Rajoy en estos momentos que Zapatero salga fortalecido del pacto social, después de la que está cayendo en el PP por los tremendos episodios de corrupción que les vienen afectando, mientras que a Díaz-Ferrán una negociación en otoño y con mejor perspectiva económica puede venirles con mejores vientos.
Zapatero y los sindicatos lo tienen claro, no permitirán que los trabajadores sean quienes paguen la crisis, no bajarán las pensiones, no quitaran derechos a los trabajadores y no romperán la caja de la seguridad social, quien esté dispuesto a hacerlo que lo diga sin esconderse.