28 junio, 2009

EUSKADI EN EL PAIS VASCO

Ahora que la banda terrorista ETA está política y operativamente más acabada que nunca, se hace imprescindible para los carroñeros del dolor, no dejar pasar el más mínimo detalle de un asesinato terrorista para la causa electoral. Si de la acción del terror se vislumbran datos para poder culpar al adversario político, estos se desglosan con la intención de ampliar la sensación de desánimo en el ciudadano, y si no se desprende dato alguno, siempre quedan aquellos argumentos de estrategias derrotadas, cada vez menos creíbles y más aborrecidas por la sociedad.

Mucho se ha hablado del asesinato del policía Eduardo Puelles. Se nota que hacia demasiado tiempo que la serpiente no hincaba los colmillos en la libertad de los ciudadanos. Tiradas de prensa, horas de radio, multitud de detalles en televisión y una red en ebullición. Justo lo que la banda terrorista quería conseguir con esta terrible ejecución: “Una gran repercusión mediática de sus actos”.
Tres días más tarde cae en Guipúzcoa un comando de ETA con 75 kilos de explosivo preparado para matar, y solo hace de relleno en los informativos y en algunos huecos de periódicos. Al día siguiente detienen a un terrorista en Francia, y hay que rebuscar para encontrar la noticia en la prensa. Tres días después la policía detiene a los dos responsables del aparato de información en la cúpula de ETA, y pasa como una de tantas cotidianas noticias sobre el terrorismo. Es algo así como que, nos estamos acostumbrando tanto a ver detenciones de terroristas, que ni los periodistas lo creen de interés para los ciudadanos, ni los ciudadanos lo sentimos como grandes actuaciones de la policía. Espero no ver algún día a los periodistas intentando hacer prensa amarilla con los atentados terroristas, al igual que han hecho con el caso de Marta del Castillo. -¿O ya hay quien lo tiene en mente?- .
Eduardo Puelles vivió y trabajó por conseguir acabar con los involucionados del hacha y la serpiente, que por medio de la sangre y el dolor quieren imponer sus arcaicos criterios a la sociedad vasca, y no creo que deseara ver como con su muerte se relegan los éxitos de sus compañeros y por los que él tanto luchó.

El Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al igual que supo fijar posición impidiendo el acercamiento y excarcelación de decenas de presos, como ocurrió en 1999 y 2000 cuando gobernaba el PP, o en 2006 como pretendieron algunos altos cargos socialistas, debe defender a los miembros de las FF. y CC. de seguridad, de los ataques furibundos de aquellos salva-patrias que, impotentes, quieren abrir grietas en la lucha policial contra el terrorismo -lo que no quita corregir posibles errores-, y seguir trabajando como lo está haciendo, para que los españoles continuemos confiando en la magnífica gestión que está llevando al frente del Ministerio del Interior.

Jesús Eguiguren es pieza fundamental en el socialismo vasco y español. Persona facultada como nadie para el pacto y la negociación, capaz de conseguir atraer a los terroristas a una mesa del diálogo, como de pactar con la derechona el apoyo a los socialistas –sus diablos rojos-.
Patxi López no ha hecho más que comenzar a blandir su bastón de Lehendakari y ya ha demostrado al nacionalismo otra forma de gobernar sin apartar a nadie, y lo ha hecho con tal firmeza, que hasta la derecha ha tenido que salir a criticarle con aquello de haber trasladado a Rajoy y a su séquito, la decisión de la familia de Isaías Carrasco, de no recibirlos en el velatorio de su muerte, pues parafraseando a la familia de Eduardo Puelles, allí había un héroe y ellos iban buscando una víctima.
Si yo fuera quien está en el féretro por circunstancias similares a la de Isaías Carrasco, tampoco quiero que nadie de la derecha española se acerque a menos de 500 metros de mi o de mi familia. No me gustan los que viven del dolor y después te acusan de ser amigo de terroristas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿La ETA más acabada que nunca?

Sí, sí... por eso Puelles es víctima de un "accidente".

¿Ahora más acabada que nunca?

Sí, sí... será especialmente por los que negociaron amigablemente con los "hombres de paz", esos mismos que han llevado a Puelles a la muerte.

¿Culpar al adversario político por la acción del terror?

Huy... espera que recuerde... a ver quiénes eran los que llamaban "asesino" a Aznar y a su gobierno y acorralaban las sedes del adversario... ¡anda, pero si eran los mismos que luego negociaron con los asesinos de Puelles... ¡qué cosas, verdad?

Lo mejor es ya la mención a ruGALcaba, quién puede dudar de la "eficacia antiterrorista" con el que fuera portavoz del famoso gobierno del crimen de Estado y la cal viva!!!

Pero donde sí que se llega al paroxismo son esas alabanzas hacia el maltratador e íntimo de Otegi, hombre muy querido en el mundo batasuno como es Eguiguren. Ésa sí que ha sido buena.

Claro, cómo va a poder ir alguien de derechas a un velatorio, a ésos, como a Miguel Ángel Blanco o Gregorio Ordóñez que les ondulen... por ser de derechas, muy democrático, todo, sí señor. Y hablan de politización del dolor los mismos que negociaban con la sangre de las víctimas a las que hoy llaman héroes, pero que ayer denigraban sin pudor en sus chanchullos con los etarras. Ver para creer. Qué infames son algunos. Pero ya no engaña a nadie esta izquierda necrófila y liberticida que retrocede a paso de gigante, y se desploma cual castillo de naipes.

Tócala otra vez, Sam.

Anónimo dijo...

He aqui a la derecha de siempre. No cambian nunca, solo se trasforman.

Anónimo dijo...

Sí, unos argumentan (la derecha), otros sólo mienten (la izquierda). He ahí la diferencia, la misma que va de la decencia, la verdad y el respeto a la libertad a la manipulación torticera, el insulto y la demagogia grotesca con que la izquierda engaña continuamente.