11 abril, 2009

LA PREPOTENCIA ES AZUL

Podrán enmascarar sus formas, pero la prepotencia, la desvergüenza y la poca educación con los que no consideran sus iguales, la llevan en su interior siempre. No nos podemos permitir que vuelvan a sentarse en el Gobierno de España.

Hartos los escoltas policiales de la desfachatez mostrada por el que fuera Ministro de Fomento de Aznar, Secretario General del PP e íntimo de Garzón en tiempos de la manipulación de los GAL, Francisco Álvarez Cascos, han decidido dar cuenta a sus superiores para que trasladen al Ministerio de Interior, el sufrimiento y humillación a la que están siendo sometidos por parte de su protegido. En el Consejo de la Policía, órgano negociador entre el Ministerio del Interior y los representantes policiales, el 10 de marzo se instó al departamento del Ministro Rubalcaba, a "la retirada absoluta de la protección oficial que se está dando a Álvarez-Cascos", exigencia, que dicen también han hecho llegar al interesado y a su partido, puesto que, si no desea escolta oficial, no tiene más que pagarse una escolta privada si la quiere.

Según explican los escoltas del susodicho, en el pasado mes de enero les fue casi imposible seguir el vehículo del exministro del PP, porque se pasó cinco semáforos en rojo y al sexto los agentes tuvieron que detener su automóvil ante la posibilidad de atropellos. En el mismo día, Cascos, volvió a coger su vehículo para dirigirse al Club de Campo de Madrid, volviendo a saltándose otro semáforo en rojo para dejar atrás a los escoltas, por lo que estos pusieron en conocimiento la incidencia, y viendo como el popular político conducía, dieron por entendido que prescindía de la protección.
No utiliza el cinturón de seguridad, viaja a menudo son sus dos hijos pequeños sin obligarlos a utilizar el cinturón, ni la silla. Llegó a llevar hasta cinco personas, entre ellas sus hijos, en el asiento trasero del coche del escolta -uno de los niños dando patadas al asiento del agente que conducía-. Los escoltas también se quejan de tener que hacer de niñeros, teniendo que aguantar el comportamiento de los pequeños cuando se dirigen a los escoltas con apelativos como “pasmao” –que majos-, o llegar a correr riesgos mayores, porque los niñitos han llegado a hacer la gracia de desconectar el inhibidor del coche –un mecanismo que impide por control remoto la activación de artefactos explosivos eléctricos-.

A todo esto se suma el modo en que Álvarez-Cascos se dirige a sus escoltas, chillándolos y faltándolos en ocasiones, cuando no, les muestra su desagrado por los itinerarios elegidos con frases como, "siga recto, hostias", "joder, coño, por la ruta habitual" sin que en ningún momento se disculpe por sus palabras.

Son noticias del día a día, y no se ve al Diputado del PP, Ignacio Cosidó salir a defender a las fuerzas y cuerpos de seguridad. Será que cuando atañe a su partido no habla. Nosotros lo seguiremos haciendo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola toño casas, que tal elpuente?