
Ahí está de nuevo cabalgando. Nuestro Santiago matamoros de andar por casa. El “abdominator plus” más popular. Babeante ante la oportunista recolecta de votos nacionales para el Partido Popular, gracias a las movilizaciones de ciudadanos marroquíes en la frontera melillense. ¡Por Santiago y cierra España!, que diría el otro. El caballerete castellano se ha plantado de incógnito en la frontera infiel, creyéndose –por enésima vez- el divino salvador del sacro imperio romano. Ta vez, aún añora batallas bélicas de pandereta que sumar a su feudo. El español más español de todos los españoles habidos y por haber, no pierde oportunidad en la que desprestigiar a España, sin importarle el daño que hace a los españoles, y solo por el mero hecho de ser los socialistas, sus enemigos, quienes gobiernan este país, España.
Este impresentable personaje, con el beneplácito de toda la derecha española, ha ido a la ciudad de Melilla para utilizar a los y las melillenses, a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y a las mujeres, en beneficio propio y de su partido, pues solo se acerca a ella para dar un par de mítines, y hoy. Nunca movió un músculo por esta ciudad cuando gobernó, y ahora, como el mejor de los populistas -Hugo Chávez aprenderá de él- aparece para seguir incendiando la situación.
A la derecha solo la falta sacar una pancarta y unirse a los marroquíes en la protesta. No sería la primera vez que cabalgaran juntos.
