TODOS LES VEMOS Y ESCUCHAMOS

Otra vez la democracia ha conseguido desactivar el cartucho envenenado que el Partido Popular había lanzado al Estado de Derecho con su desacreditación del sistema SITEL. Solo la diputada de UPyD, Rosa Diez, muy coherente ella, se ha unido a la derecha para intentar echar por tierra el sistema por el cual se ha conseguido, consigue y conseguirá meter en la cárcel ha multitud de terroristas, miembros de bandas organizadas y ahora, corruptos. Si hubieran logrado su propósito, los ciudadan@s habríamos quedado a merced de la doble vara de medir por la que apuesta la derecha.

Cuanta razón tiene el Ministro del interior Alfredo Pérez Rubalcaba cuando dice a Floriano y a Pons, que ve y escucha todo lo que dicen y hacen. No solo el Ministro presencia semejante comportamiento de esta derecha irresponsable, sino que, toda España observa atónita los improperios lanzados en cualquier micrófono que se ponga a tiro con tal de intentar la salvación de posibles juicios y procesamientos. No lo aguantan, les desquicia, que la razón esté del lado socialista. SITEL es legal y muy legal, técnicamente y judicialmente. La Constitución no dice nada sobre SITEL, como quieren hacernos creer los del PP, habla de intervenciones de comunicaciones en general, y utiliza la palabra “podrá”. Ven que se acaba el tiempo, que se les amontonan los asuntos, e intentan embarullar y desorientar para justificar lo injustificable. No podrán con la verdad, la máquina de la justicia se ha puesto en marcha.

Se sienten agredidos al verse comparados con Batasuna o con piratas somalíes, pero los hechos y las hemerotecas son tozudos, una y otra vez nos demuestran que esta desvergonzada derecha es capaz de utilizar lo que sea necesario con tal de salvar su culo. Es otra gran demostración de lo que parece ser, que el fin, sí justifica los medios.

Con esta actitud de la derecha española -en otro país nunca pasaría- sobre el sistema SITEL, Batasuna - y ETA-, incluido el abogado de De Juana Chaos, han visto como se le abría un hueco por donde poder salir de la cárcel, además de lo que entorpecería la lucha antiterrorista llevada a cabo por jueces y policía, incluso las mafias rusas, aquellas que se asentaron en la costa mediterránea en tiempos de gobiernos Aznar, se han apuntado al filón argumentario del PP. ¿A ver que delincuente que haya ido al talego por pruebas conseguidas con el sistema SITEL, no se engancha a esa tesis?.

Al PP, a la derecha, a Rosa Diez, a Batasuna, al abogado de De Juana –y a De Juana-, a las mafias rusas y a todos aquellos que busquen la ilegalidad del sistema SITEL con confusos intereses, el Estado de Derecho con el Tribunal Supremo a la cabeza y la Democracia con la máxima representación de los ciudadanos en el Congreso de los Diputados –en este caso, partidos de izquierda-, les han dicho que en España todos los que se saltan la ley pagarán por ello, en condiciones de igualdad y en honor a la legalidad.


Sitel a cualquier precio
Con la vista puesta en el horizonte –la apertura del resto del secreto de la Gürtel–, el PP continúa insistiendo en la ilegalidad del sistema de escuchas telefónicas que usa la Justicia española. Poco importa que Sitel lo comprase Rajoy, cuando era ministro del Interior; ni que empezase a funcionar en febrero de 2004, en un caso de narcotráfico en Galicia. Incluso constan en el Congreso preguntas parlamentarias del PP, hace unos años, sobre la implantación de Sitel. La oposición acaba de descubrir, escandalizada, que en este local se espía.
La estrategia es clara: el PP busca el archivo de la Gürtel por defecto de forma. Da igual el precio, que podría ser altísimo: los abogados de Batasuna y ETA están estudiando presentar una denuncia en Estrasburgo contra Sitel con las acusaciones del primer partido de la oposición como imbatible argumento. Tampoco importa la ausencia de pruebas… hasta ayer. La pistola humeante ha aparecido al fin: el ministro del Interior ha confesado. O eso dice el PP.
Ayer, en la sala de los pasos perdidos del Congreso, el diputado popular Carlos Floriano y Alfredo Pérez Rubalcaba mantuvieron una dura conversación sobre Sitel. Rubalcaba dice que Floriano negó haber acusado al Gobierno de espiarles, a lo que el ministro respondió: “Escucho lo que dices y veo lo que haces” (en los medios, se entiende). Floriano entendió otra cosa: que Rubalcaba le amenazaba con espiarle. Hubo quien incluso contó que el ministro agarró al diputado del PP de las solapas lo que, de haber sucedido en algún universo paralelo, sería una escena digna de ver: Floriano es 16 años más joven que Rubalcaba, y también más alto. Pero hace mucho tiempo que la realidad no estropea la irresponsable ficción en la que vive el PP.
Ignacio escolar 19/11/09 www.publico.es