JURADO EN SU SALSA

La Confederación Palentina de Organizaciones Empresariales –CPOE- a través de su Asociación General de Hostelería, ha organizado las III Jornadas de la Brocheta, en las que varios establecimientos de Palencia y provincia han decidido concursar para demostrar su creatividad. Es una iniciativa digna de alabar, pues ya que por aquí somos muy dados a las tradiciones, a ver si de una vez por todas se instaura en nuestra ciudad el uso de la tapa que tan buenos resultados se obtiene –para hostelero y cliente- en otras provincias castellano leonesas y españolas.
El precio de 2.50 euros me parece un poco excesivo y aún más estando en tiempos de crisis, pero no ha sido esto lo que me ha llamado la atención, si no el jurado elegido para decidir quién es el ganador de la mejor tapa –o brocheta-. Por lo que he oído, otros años han sido los clientes naturales los que emitían su voto para otorgar la brocheta ganadora. Este año no. Este año han elegido a “representantes del Ayuntamiento y Diputación, colaboradores del evento, representantes del sector, ganadores de otros años,...”. -¿Qué querrán decir con los puntos suspensivos?-. Seria muy interesante saber los nombres de los componentes del jurado y el sector al que representan, así como su preparación y cualidades para formar parte del tribunal que tiene que decidir sobre la calidad, la presentación y el conocimiento de los productos de la tierra. Si así se hiciera, seguro que muchos veríamos en ellos a unos tragadores –por supuesto habría que guardar alguna distancia- a los que les gusta estar en todas las salsas, que se ponen hasta el culo por la cara, que encima se ven retratados en plena faena por la prensa para regocijo de su ego personal y que esperan aplausos cuando dicten su veredicto. No se quién realizó el casting, pero no debe de estar muy lejos de las vedette´s. Espero que los hosteleros sean conscientes de en que manos queda la evaluación de su reputación.

Yo sigo pensando que los clientes son los mejores jueces de la calidad de los productos, incluso pagando. Ellos son los que dan y los que quitan, y no unos imitadores sin gusto de paladares exquisitos.

FOTO: El Norte de Castilla