¡Una carretera –la M-30- que surque la gran ciudad desde su interior! ¡La celebración de los juegos olímpicos 20……algún año lo sabremos! ¡Una Sanidad de élites privadas! ¡Rascacielos como en Manhattan!, ¡obras!, ¡obras!, ¡obras!, ¡obras por doquier!, donde quieras que te muevas, ves, ¡obras! . Así son los madrileños, los primeros en “¡to!”, y para chulo, ¡yo!. Ya lo dice el dicho: de Madrid, al cielo. Y que no falte de nada. ¡Quedan invitados todos a una ronda, que invita la administración!.
Bueno, pues, se acabaron las tonterías, y ahora, …… ¡paga!, ¡pero paga tú, madrileño!.
Y así debe de ser. Los madrileños eligen a los alcaldes de su ciudad y por ende, son los responsables de cómo, su elegido regidor, se gasta sus dineros. Desde hace ya bastantes años los ciudadanos de Madrid han decidido dar la confianza electoral a los políticos de derechas, que siempre les prometieron una ciudad con grandes construcciones y les han obsequiado con obras perpetuas. Estos del foro han visto como, de entre sus ciudadanos, y a la sombra de la derecha que tanto confían, han ido surgiendo grandes empresarios que en su día fueron trabajadores de la limpieza de calles y pozos; de como sus flamantes equipos de fútbol, han salido del hoyo económico gracias a operaciones urbanísticas de alto standing con el apoyo de sus impuestos; de cómo a su alrededor han surgido microciudades, incapaces de autoabastecerse; de cómo habiendo bonanza económica, los “guateques” se han paseado por sus instituciones, como Pedro por su casa; y así, más y más….. Es lo que los madrileños han decidido y han querido para su ciudad y su sociedad.
Han llegado momentos difíciles para la economía, pero, cuando se ha vivido como si del rey Midas se tratara, aunque gastando el dinero de otros –el de los ciudadanos-, es cuando las estrecheces comienzan a apretar. Eso es lo que esta pasando con los políticos que los madrileños han elegido pretéritas elecciones. Un alcalde, que a dia de hoy, tiene endeudado al Ayuntamiento de Madrid en 6.366 millones de euros – ¡un billón largo de pesetas!-, que paga diariamente intereses de hasta 750.000 euros, y no para de suplicar financiación al Gobierno, por verse con el agua al cuello y poder hacerse cargo de la deuda contraída por sus obras faraónicas –ya le gustaría a él que fueran las pirámides-. Eso si, para empezar a ahorrar, ha comenzado por recortar inversiones sociales a doquier e intentar sacar dinero de debajo de las baldosas. Lo mismo pasa con los políticos que han elegido para dirigir su comunidad autónoma, que no se cansan de inaugurar hospitales público-privados/privado-públicos, con infinidad de carencias materiales y humanas, y luego echan la culpa a otros, al no poder pagarlo -Gobierno Central por ejemplo-. Así son los chulapos del chotis y la chapela,… los del invito yo, pero pagas tú.
Bueno, pues, se acabaron las tonterías, y ahora, …… ¡paga!, ¡pero paga tú, madrileño!.
Y así debe de ser. Los madrileños eligen a los alcaldes de su ciudad y por ende, son los responsables de cómo, su elegido regidor, se gasta sus dineros. Desde hace ya bastantes años los ciudadanos de Madrid han decidido dar la confianza electoral a los políticos de derechas, que siempre les prometieron una ciudad con grandes construcciones y les han obsequiado con obras perpetuas. Estos del foro han visto como, de entre sus ciudadanos, y a la sombra de la derecha que tanto confían, han ido surgiendo grandes empresarios que en su día fueron trabajadores de la limpieza de calles y pozos; de como sus flamantes equipos de fútbol, han salido del hoyo económico gracias a operaciones urbanísticas de alto standing con el apoyo de sus impuestos; de cómo a su alrededor han surgido microciudades, incapaces de autoabastecerse; de cómo habiendo bonanza económica, los “guateques” se han paseado por sus instituciones, como Pedro por su casa; y así, más y más….. Es lo que los madrileños han decidido y han querido para su ciudad y su sociedad.
Han llegado momentos difíciles para la economía, pero, cuando se ha vivido como si del rey Midas se tratara, aunque gastando el dinero de otros –el de los ciudadanos-, es cuando las estrecheces comienzan a apretar. Eso es lo que esta pasando con los políticos que los madrileños han elegido pretéritas elecciones. Un alcalde, que a dia de hoy, tiene endeudado al Ayuntamiento de Madrid en 6.366 millones de euros – ¡un billón largo de pesetas!-, que paga diariamente intereses de hasta 750.000 euros, y no para de suplicar financiación al Gobierno, por verse con el agua al cuello y poder hacerse cargo de la deuda contraída por sus obras faraónicas –ya le gustaría a él que fueran las pirámides-. Eso si, para empezar a ahorrar, ha comenzado por recortar inversiones sociales a doquier e intentar sacar dinero de debajo de las baldosas. Lo mismo pasa con los políticos que han elegido para dirigir su comunidad autónoma, que no se cansan de inaugurar hospitales público-privados/privado-públicos, con infinidad de carencias materiales y humanas, y luego echan la culpa a otros, al no poder pagarlo -Gobierno Central por ejemplo-. Así son los chulapos del chotis y la chapela,… los del invito yo, pero pagas tú.
Esta característica de aires de grandeza no solo es propia de los madrileños, -por supuesto que no- los valencianos también tienen sus aires y también quieren ser de los grandes de España –¡lo que hizo el Cid!-. Ya han conseguido que los políticos que eligieron, les hayan hipotecado con una buena ración de deuda, gastándose los dineros de sus impuestos. A día de hoy, cada uno de los valencianos deben un millón de euros -966,56 euros para ser exactos- o lo que es lo mismo, 771 millones de euros la ciudad de Valencia, teniendo el gran honor de ser la segunda mas endeudada del país, solo por detrás de la intratable Madrid. Los valencianos, ¡por fin!, tienen su circuido urbano de Formula 1, su America´s Cup,… incluso una magnifica Ciudad de las Artes y de las Ciencias -aunque fuera un proyecto socialista que vendió y vende el PP-. Todo, como en las ciudades grandes, pero sin el dinero que tienen las grandes ciudades.
Dos capitales españolas, primera y segunda en el ranking de las mas empeñadas, en las que sus ciudadanos una vez, tras otra, y con un alto nivel de aceptación y satisfacción, el visto bueno a como sus elegidos gobernantes, utilizan sus tributos mas cercanos. Es la imagen lo que importa. Grandes construcciones y eventos que identifiquen a la ciudad. Las inversiones en infraestructuras para colectores y desagües, y que no se produzcan año tras año, inundaciones donde muchos de sus vecinos pierden todos sus enseres o incluso la vida,… eso no vende al mundo. Dice un amigo que sarna con gusto no pica. -pero que no pidan, digo yo-.
Pues muy bien, señoritos de la “capi”, al igual que el Ministro de Economía Pedro Solbes le dijo al Gallardón días atrás, que son los ciudadanos de Madrid quienes tienen que pagar sus deudas, yo como ciudadan@ del resto de este país, digo, que sois vosotros los que os tenéis que haceros cargo de vuestras propias decisiones, y si ahora os vienen problemas económicos que no podéis pagar y os encontráis entrampados hasta las cejas, iros a reclamar a los políticos que vosotros mismos elegisteis y que tanto celebrasteis, pues son ellos quienes os han hipotecado. Yo no estoy dispuest@ a que de mi dinero se pague los desfases económicos de una ciudad prepotente, ni la carrera política de ningún alcalde/sa manirroto, que solo le importa subir peldaños con su egocéntrico personaje.
Así que ya sabéis ¡madrileños o valencianos!...¡pagad vosotros las deudas que os dejan vuestros políticos!
FOTOS: Gallardón y Rita Barberá - el plural
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