¡PRACTICA EL CHIKI CHIKI...Y DISFRUTALÓ!

No soy ningún forof@ del Chikilicuatre -aunque tampoco puedo decir que me disguste- como para hacer una reflexión sobre el personaje que este año ha representado a televisión española en eurovisión cantando el Chiki Chiki, pues creo, tiene los mismos derechos que el artista mas consagrado de nuestro panorama musical, y además, este chico, junto con sus patrocinadores, se lo han trabajado.
Lo que me ha hecho dedicarle unas palabras, son todos estos rancios retrógrados de la España cañí, a los que esta representación en el festival, les ha “jodido” tanto en su orgullo hipócrita de puro machos ibéricos, que no paran de intentar desprestigiar, a él como actor, a su jefe por haber tenido éxito y por consiguiente, ganar dinero con su “idea-creación”, y de paso, generar un totum revolutum para criticar al Gobierno actual y a todos los españoles que hemos apoyado este gobierno.

He de dar, mis más sinceras felicitaciones, en primer lugar a este actor por su gran representación en este papel de Rodolfo Chikilicuatre que ha interpretado y para el que fue contratado. También felicitar a Andreu Buenafuente y al Grupo El Terrat por su grandísimo éxito con esta flamante idea de creatividad, de gestión económica y de visión socio-política; y al Director de Radio Televisión Española, Luis Fernández, por el modo de elección de la canción –de hecho, ya hay países que el año próximo, pondrán en practica el mismo sistema de elección- así, como por su apuesta comercial del Chiki Chiki. –Entre este Director, elegido por el Congreso de los Diputados, y su antecesora, están poniendo al día las cuentas de la Corporación, que otros dejaron endeudada con algún Billón largo de pesetas-.

Eurovisión es un concurso totalmente desgastado de su formato original, donde participa lo mas friki de cada país, un concurso que se ha quedado anclado en el pasado, donde solo los países que se van incorporando a la Unión Europea, son los que ponen mas ánimo en sus actuaciones, y cuando no, al igual que los países escandinavos, se dedican a apoyarse entre sí. Los estados miembros que conforman el festival, no saben a quien enviar. Los artistas que ya tienen éxito y fama no quieren, pues lo consideran un desprestigio para su carrera, los que todavía no lo tienen, tampoco, por si les entorpece su ascenso a la consagración. Solo les queda llevar como representantes, a lo más casposo de cada país, a artistas de poco pelo, a los que no llegarán muy lejos, algún folklore regional, o incluso los hay, que meten a una mujer exuberante por si cuela a la vista de algún miembro de los jurados. El año pasado ganó una canción serbia que si nos la trae algún Alcalde a las fiestas de nuestro pueblo, la hubiéramos tirado al río. En segunda posición quedo el/la que todo el mundo dio por ganadora, algo así como nuestro Paco Clavel a la ukraniana. Un año antes, el listón del frikismo se puso por las nubes, con unos monstruos salidos del hielo finlandés. Si seguimos retrocediendo, ya nos vamos a la tía buena y a los votos de los amigos. Bunafuente y Chikilicuatre han demostrado a toda Europa, que si de lo que se trata es de reírse, los españoles estamos a la cabeza.

Visto lo Visto, los verdaderos Chiquilicuatricos -son toda esta pandilla de esperpentos, absurdos, ramplones, por supuesto incultos y descatalogados de la España mas negra y profunda de la chirigota y la pandereta. Estos holgazanes que viven de escribir cuatro letras y de hablar otras cuatro cosas, de las que no demuestran conocimiento alguno en no se que cadena. Critican lo que ellos son en realidad, unos bufones conservadores, indignos como ciudadanos, bullangueros mentirosos, egoístas reprimidos, burdos articulistas, intolerantes y mentes atrasadas, aquellos que añoran la España del la, la, la, donde éramos el hazmerreír de la Europa que hoy encabezamos junto con los mejores países del mundo. Esta España creativa y llena de talento que mira con optimismo al futuro, capaz de conquistar la meca del cine, donde la cultura va impregnando cada vez a mas personas, la tecnología es marca de progreso y es vista desde el exterior como una nación símbolo de los derechos ciudadanos, es la que a ellos no les gusta, por eso son lo que son, unos mea-pilas que eyaculan para dentro y que necesitan ir a contar sus tentaciones a algún faldón negro.

Yo si haría un monumento a Chikilicuatre y de hecho lo pondría en Madrid, en el mismo sitio donde estuvo un personajillo a caballo manchado de pintura roja, para que se convierta en un lugar de peregrinaje como símbolo a la tolerancia.

Este si que es un buen CHIKI-CHIKI.