¡POR LA JUSTICIA DE LA JUSTICIA, VIVA LA REPUBLICA!

Que mejor celebración del día de la república que el acto de ayer en la complutense de Madrid en apoyo al juez Garzón. Fue increíble ver como el sentimiento de libertad, justicia, democracia y las agallas siguen latentes entre las personas que buscan una España de ciudadanos dignos, en contra de la hipocresía, el cinismo y la avaricia prepotente exhibida por los que añoran tiempos placenteros en los que nadie se atrevía ni podía replicarlos.

Los jueces se han visto removidos de sus asientos ante la contundente respuesta expresada ayer en la universidad. Han tenido que -al estilo Aznar- citar a los medios de comunicación internacionales para intentar convencerlos de lo inexplicable, ante la avalancha mundial de indignación con nuestros jueces.
Ahí va el Partido Popular y su derecha mediática por la orilla de los querellantes falange y manos limpias –vaya nombre más hipócrita-, hablando de guerracivilismo, cuando son ellos los que ponen el grito en el cielo cada vez que se ha intentado tocar la responsabilidad del franquismo en el genocidio del 36 y siguientes. Incluso tienen la desfachatez de pedir dimisiones a socialistas por asistir a un acto libre de decencia por la justicia, cuando en la derecha tienen un batallón -in crescendo- de corruptos o presuntos corruptos –dejémoslo ahí- metidos en las instituciones y cobrando del erario público. ¿Pero quien son estos descendientes ideológicos a los que la mierda del caso Gürtel les ahoga, para pedir responsabilidades a quienes legalmente asisten a un acto cívico en favor de la democracia en España?.

Esto ha empezado y no pueden tirarlo atrás quienes no quieren que se conozca la verdad. Sea en España o en Argentina. Hoy la situación no es la del año 1936, hoy el mundo y sus naciones están con los que buscan la libertad y la justicia en democracia, y esa es la orilla en la que nos encontramos.

Un brindis por la II República Española

LA SUELTA DEL DOBERMAN

La derecha española ha quitado el bozal al mayor ladrador de sus dobermans para que insufle un poco de oxígeno en el globo de corrupción que día a día les asfixia en su propia mierda. El que fuera denunciado por los policías de su escolta –la que pagamos todos los españoles- por su trato despótico y prepotente, ha dicho ahora, echando espumarajos, que algunos policías fabrican pruebas en los casos de corrupción que afectan al PP. Como ya hiciera en el 95 de la mano de José Amedo -el de los GAL-, este impresentable político quiere hacer política arremetiendo contra las instituciones democráticas de nuestro estado de derecho, a ver si así, consigue hacerse un hueco en la política asturiana, dada su incapacidad argumental.
Cuidado asturianos, un doberman anda suelto por vuestros montes, los más viejos del lugar hablan de una mordedura muy extremada a la derecha, de los que celebran 20 años de Aznar, de esos que no tienen escrúpulos con la Constitución Española, de los del contra peor mejor para él.

PD.- ¡Ojo!, Dicen que los doberman enloquecen a los ocho años.

EL DOGMA DE LA TRADICIÓN

Si el integrista de Abrahán levantara la cabeza para ver hasta donde han llegado sus elucubraciones, se sacrificaría así mismo por ser el causante del legado que mayor destrucción, dolor y manipulación ha traído a la humanidad. Que diría el Augusto Tiberio si viera en que se ha convertido una secta de primitivas gentes de un recóndito lugar del Gran Imperio, que hicieron dios a un hombre, lo divinizaron, mataron y después adoraron con obsesión, llegando a conquistar el poder de Roma. –Enloquecería-

Como tradicionalmente vienen haciendo desde antaño los cristianos españoles, estos días celebran la muerte de aquel hombre-dios, sacando a pasear, las imágenes y reliquias de escayola o madera que veneran, disfrazándose con encapuchados, largos -¿siniestros?- vestidos, sumergiéndose en el dolor de una penitencia que les haga sentir el perdón de sus pecados. Son actos religiosos en los que se agolpan por aceras y balcones en devoción al dios y a los santos su fe, para ver procesionar las mismas estatuas año tras año. Fechas en las que los cristianos católicos convencidos, y los que justifican su fe en la tradición cultural, sienten reconfortadas sus almas con solo ver pasear las estáticas imágenes.

Creencias del siglo XXI, creencias paleolíticas de evolución primitiva, que hoy, después de siglos de civilización lastrados por el dogma y reprimidos a sangre y fuego por la doctrina, siguen latentes en pos de la tradición, en beneficio de poderosos y acaudalados, como sustento de mentirosas e impúdicas jerarquías, y de mágica vara de arreo de rebaños. Creencias, que arrastran a pueblos y naciones a guerras crueles y represiones terribles. A destruir el alma de la mujer, obligándola a ser inferior al hombre en su obediencia. O a callar, por la disciplina de la fe, abusos a menores.

De la tradición se llega a que en España se detenga a un hombre de 34 años por agredir a su esposa tras negarse ésta a acudir a la iglesia. Por la que fanáticos cristianos son detenidos en EE.UU. al intentar matar al Presidente Obama -un hijo de la esclavitud-, por querer dar sanidad digna a los más humildes de la sociedad. La que motiva a musulmanes a utilizar niñas en terribles atentados terroristas para implantar la tradición en un trozo de tierra. La que incita a judíos israelíes a bombardear a franja de Gaza matando musulmanes porque antes habían matado judíos, que a su vez mataron musulmanes, que con anterioridad mataron a…… Tres religiones cargadas de tradición, que ostentan la paradoja de hablar de paz y hacer la guerra

Si el hombre al que hicieron dios unos ilusos pescadores, pudiera observar la tradición que de sus palabras otros hombres han impuesto y el dolor que ha traído a la humanidad, nunca hubiera salido de su esenio ascetismo para presentarse al mundo.